Tuesday 11 November 2014

7. Miedo y poder: No hay ciencia, sólo arte

Hasta ahora he discutido que el miedo está dentro de todos nosotros en nuestra esencia animal. Ese miedo está relacionado con el miedo a la muerte y la primera forma de superarlo es usando el poder vertical: dejar que rápido, inconsciene y eficaz. Por lo general se ha construido sobre nuestros mecanismos (infantiles) de supervivencia, que se vuelven rígidos y se repiten y replican incluso cuando se demuestra infructuosos. Una vez más, en momentos de amenaza real las respuestas rápidas son siempre mejores que los lentas.


Sin embargo vivir en el miedo y bajo poder vertical es como ir en primera marcha con el auto: no te lleva donde necesitas ir. Es costoso, ineficaz y frustrante. Es incapaz de procesar lo suficientemente rápido las pequeñas y las grandes decisiones necesarias para avanzar más rápido o llegar más lejos. Esto ocurre en todos los niveles de la vida, desde las personas a las naciones. Hemos visto muchas veces cómo en los momentos de crisis, momentos de gran temor, la gente espera un uso vertical del poder pero el mundo actual es prueba de cuan complejas son las cosas. 
Por supuesto, las personas que quieren sacar provecho de esta situación tratan de mantener y crear la sensación de crisis para justificar y acumular más poder, ya que es la manera como la gente se mantienen en estado infantil y están dispuestos a ceder el poder hacia arriba, verticalmente. Sin embargo, aquellos que intentan imponerse con poder vertical también se consumen moral y económicamente, debido a la fuerza y la agresión requerida. 


En ausencia de miedo, o mejor dicho, cuando existe la confianza o la fe, el poder tiene que ser organizado en círculos. Ya que, de esta manera, el poder es compartido, la inteligencia colectiva emerge y se toman más decisiones (o más grandes). Sin embargo, también se requiere una gran cantidad de "combustible", ya que la gente tiene que participar en conversaciones de buena calidad (ricas, mientras empáticas y disciplinada) que permiten la acción en lugar del bloqueo de la acción.

Así que la evolución del temor a un estado de fe y confianza, capaz de colaborar con otros es algo que todos debemos aspirar como sociedad.

Luego hablé de que el poder es asimetría. La asimetría entre lados, fuerzas. Sin asimetría no hay creación, no hay toma de decisiones, ni acción.
Pero la asimetría crea desequilibrios, compromisos y, por esta razón, ninguna acción es perfecta. Con el tiempo, se tratará de restablecer el equilibrio perdido pasando el poder a la otra parte. Así que cuanto más grande es el desequilibrio creado, más grande es el cambio necesario, más radical la revolución.

Siempre habrá una de estas fuerzas en el frente de la otra, pero la otra existe y debe mantenerse activa en su papel, y luego se le debe permitir surgir para resolver las nuevas tensiones que el desequilibrio crea de forma natural. Como en el caminar, si las fuerzas estuvieran altamente polarizadas, o como en el girar cuando es una situación multipolar. 

Si entendemos fuerzas masculinas como todo lo relacionado con la estructura, el control, la lógica, el razonamiento, la fecha límite, los límites, entonces el mundo, y en particular el Occidente ha estado dominado por el principio masculino. Casi todo el mundo occidental utiliza el mismo alfabeto que es muy concreto, casi matemático. Ha sido concebido en la tradición judeo-cristiana - que es una religión de orientación masculina-. Masculino, por utilizar una fecha límite (sólo se tiene una vida), después de la cual serás juzgado. Su jerarquía se ha borrado la presencia femenina (padre, madre e hijo) y la hizo invisible y pasiva (un espíritu). Se ha relegado a las actitudes "madre" (de proteger y cobijar) detrás de la elaboración de normas y juzgar.
La cultura occidental también ha suprimido la emoción o la ha devaluado como algo inferior a la razón. La competencia entre los imperios o entre empresas ha sido el principal pensamiento económico (incluso si existe una evolución positiva -aunque relativa- de imperios a naciones...lo cual requirió dos guerras mundiales). Escribir reglas y vigilar su cumplimiento o simplemente dejando a la gente "libre" para solucionar el problema por sí mismos ha sido el estilo de gobierno principal.

El gran presunto es que la gente no tiene heridas psicológicas y son capaces de auto-gobernarse con ética (lo cual incluye naturalmente respetar, ver y escuchar activamente al otro). Sin embargo, esto no es el caso. En la entrada anterior mencioné la imagen que describe al principio del "masculino herido" como Darth Vader: el guerrero poderoso en la guerra de las galaxias que esconde, bajo su máscara deshumanizada, su alma herida.



Dentro de un paradigma masculino, los estados (que por su naturaleza son entidades femeninas) son ineficientes, de alguna manera inferiores al sector privado (por su naturaleza, masculino). El papel del Estado debe mantenerse al mínimo y que sea lo más pequeño posible (sobre todo por la derecha y los liberales, un pensamiento político que nació de un país ocupado es decir, sin estado soberano).
Un capitalismo extremo sería como vivir en una casa con un padre inmaduro y narcisista que no deja espacio a la madre para actuar.



Sin embargo, estamos pasando por un momento cuando vemos esto puesto en tela de juicio. Vemos empresas que no pagan impuestos, el periodismo que cruza las fronteras de la ética, sistemas financieros desregulados y abusadores y nos preguntamos nuevamente cuál es el papel del estado.


También vemos la creación de meta-gobiernos, distanciándo el poder de las personas, confundiendo la colaboración armoniosa y la apertura comercial con la negación del poder nacional, donde se prima lo que algunos consideran técnicamente correcto por sobre el deseo de la gente. Y nos cuestionamos otra vez el papel del Estado.
Vemos el medio ambiente lascerado y gente intentando ponerle un precio y nos preguntamos cuál es el papel del estado en todo esto.

Por lo menos se ha evolucionado de los emperadores y el fascismo, lo que indica una lenta evolución del temor a la confianza y la colaboración. Sin embargo, la integración entre los principios femenino y masculino es aún una tarea sin terminar. La falta de lo femenino genera problemas de desigualdad, de poco entendimiento del desarrollo, de falta de colaboración, de empatía, de compasión. También gana el resultado por sobre el principio. La falta de integración entre lo femenino y masculino también crea problemas de identidad (e identidad nacional).

Por otro lado, una madre inmadura y narcisista, invasora es ofrecida por el comunismo, donde “el todo” (y el Estado) es más importante que el individuo. Aquí es el padre, en su papel de separar a los niños de la madre en su debido tiempo, al que no se le permite actuar. La falta de lo masculino crea problemas de invidualisation, de narrativas nacionales sin crítica, las personas que no actúan por su propia brújula moral y que no toman ni aceptan las propias responsabilidades.

Auf Der Suche Nach Dem Wunderbaren
Jaco Van Der Vaart
Con este argumento, quiero decir que ninguna de ambas posiciones -masculina o femenina- es el buena, ni mala per se. Los extremos son peores debido al mayor desequilibrio que crean, y la violencia que requieren para mantenerse. Más allá de las situaciones extremas, se necesitan las dos fuerzas, masculina y femenina. La tensión es buena (sin tensión un lado esta renunciando a Ser), ya cuando están activas CREAN, generan movimiento y mejoras.

El punto es que el progreso se trata de mantener estas fuerzas trabajando en conjunto y con el objetivo de integrarlas. Tal como el arte integra la ciencia y la emoción. Un gran artista es muy experto en la técnica (ciencia) y es capaz de conectar con algo más profundo. En esta integración es donde la creatividad y la vida real proviene. No existen modelos económicos, ni hay ciencia política que tenga ni pueda generar todas las respuestas. Porque es un arte. El arte de ser capaz de reconocer cuándo, cómo, con quién. El arte de saber cuándo se actuar por principio o por pragmatismo, como madre, como un padre o permanecer neutral. Combinando el conocimiento con el instinto. 

En la vida, en la economía, en la política, no hay ciencia, sólo arte.

AB

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